Crear nuestra página web, como dueñas de un negocio, es probablemente uno de los pasos más importantes para posicionar nuestra marca. Al final una web, si está bien trabajada, es donde se conecta emocionalmente con un potencial cliente y donde se establecen los cimientos para generar autoridad y confianza. Aún siendo un paso tan importante, muchos de nosotros nos preguntamos al principio si de verdad es necesario hacer una gran inversión en una web completamente personalizada.
Como diseñadora, tengo claro que lo más beneficioso para una empresa es pasar por un proceso completo de diseño a la carta. Sin embargo, no creo que esto sea lo más indicado en los comienzos de un negocio, ya que tus servicios, tu manera de trabajar y tu marca personal evolucionarán tanto en los dos primeros años que crear una gran web desde el principio te puede limitar y no ser tan beneficioso como pensabas.
Aquí es donde entran en juego las plantillas y webs prediseñadas. Una opción fantástica si quieres crear tú misma tu web, tu presupuesto es limitado y llevas menos de uno o dos años con tu marca. Ahora bien, una plantilla y un prediseño no son lo mismo y a la hora de hacer una buena elección debes tener en cuenta varios puntos claves que afectarán al proceso y el resultado de la creación de tu web.
Las plantillas web no tienen tutoriales de personalización
Lo cual en mi opinión, es un error garrafal. No se puede pretender que una persona que acaba de comprar una plantilla web tenga ya todos los conocimientos necesarios para personalizarla. Tampoco me parece correcto que tenga que buscarse la vida para descifrar cómo personalizar su página a través de tutoriales de YouTube.
Lo menos que se puede hacer es incluir una guía de uso, instalación y personalización. Esto a veces se hace, la mayor parte en inglés. Pero aún así en mi opinión no es suficiente. La mayor parte de personas, para temas técnicos como es la creación de una web prediseñada, necesitamos ver el paso a paso que siguen otros, y repetirlo para poder hacerlo nosotros después.
Así, las webs prediseñadas tienen ventaja sobre las plantillas porque normalmente los diseñadores que las crean se han tomado el tiempo de crear un área de clientes con tutoriales para que sepas personalizar cada parte de tu web. Desde los textos, los colores y formularios hasta las fotos, guías para subirlas del tamaño correcto o incluso una guía para escribir tus textos como la Guía de Copywriting Slow que incluyen nuestras webs prediseñadas.
En definitiva, el precio de una plantilla puede ser menor que el de una web prediseñada, pero te aseguro que el valor no llega ni de lejos a la mitad de lo que te ofrecen las últimas y el trabajo se te hará mucho más difícil.
Las plantillas web no cuentan con soporte por mail, y si lo tienen, normalmente es en inglés.
Entiendo que muchísimas personas a día de hoy se desenvuelven perfectamente en este idioma, pero cuando se trata de resolver problemas técnicos la cosa se puede complicar. Además, muchas veces están disponibles solo para eso, para dudas técnicas. Olvídate de tener a alguien al otro lado que te ayude a subir esa foto que no acaba de encajar del tamaño correcto o que te ayude a vincular tu formulario de suscripción con Mailchimp si tienes algún problema con ello.
Con las webs prediseñadas esto cambia. Nosotros por ejemplo ofrecemos 2 meses de soporte por mail y una sesión de revisión web para las personas que adquieren nuestras páginas, pues queremos llevarles de la mano y estar ahí cuando nos necesiten. No somos los únicos en hacerlo y en mi opinión es obligación moral de un diseñador que quiere poner el diseño web al alcance de todos ofrecer un mínimo de apoyo por correo electrónico a las personas que confían en su trabajo.
Las plantillas web tienen opciones de personalización limitada
Porque la mayor parte de ellas tienen secciones que solo se pueden personalizar con código. Si bien es verdad que ahora es más común utilizar constructores visuales para las plantillas web, hay muchas que todavía utilizan las bases de sus temas de WordPress y crean secciones que más tarde solo se pueden modificar con código.
Esto hace que estés muy limitada y restringida a las posibilidades de la plantilla o que tengas que pasar horas y horas investigando cómo puedes cambiar ciertos elementos introduciendo CSS en tus páginas (créeme, te puede dar más de un dolor de cabeza).
Sin embargo, las webs prediseñadas, por lo general, están creadas con un constructor visual y una plantilla en blanco, lo cual hace que las posibilidades de personalización sean infinitas. Mi recomendación es que adquieras una plantilla creada con Elementor, uno de los mejores constructores visuales del mercado, porque la creación de nuevas secciones y la modificación del diseño será mucho más intuitiva. Además, si estas webs están bien creadas, tendrás guardados todos los diseños de página y sección como plantillas, con la posibilidad de aplicarlas a nuevas páginas que quieras crear facilmente. Todo con el objetivo de que la creación y gestión de tu web sea lo más sencilla posible.
Las plantillas web están creadas para ser bonitas, las webs prediseñadas para ser estratégicas
Esto es algo que siempre he dicho a las personas que me piden consejo sobre una plantilla que tienen en mente adquirir. Si es una plantilla y solo la estás eligiendo por lo bonita que es, no la compres.
Ya hemos visto que las plantillas web son mucho más limitadas en términos de personalización que una web prediseñada creada con un constructor visual. Lo mismo pasa con la estética. Tengamos en cuenta que al final, el objetivo es vender, y cuanto más estético más probabilidades de vender. Así, las personas que crean estas plantillas las han diseñado para que sean lo más estéticas posible.
Pero si les quitamos las fotos bonitas, los colores y las tipografías, generalmente no queda nada detrás de ellas que vaya a ser beneficioso para nuestro negocio: no están creadas con estrategia, no tienen una estructura lógica y no han pensado en como se mueve un usuario por la página web.
Por el contrario, las webs prediseñadas (aunque también están diseñadas para que estéticamente sean lo más bonitas posible), se crean con el usuario y el propietario de un negocio en mente. Siguen una estrategia y una estructura que guían al usuario hacia dónde queremos que vaya y están creadas para optimizar la venta y la llamada a la acción. No tienes más que coger una plantilla bonita de Theme Forest y compararla por ejemplo con una de las nuestras para ver que la estructura de páginas y el contenido página por página se ha tratado de manera muy diferente.
Así que cuando te estés planteando comprar una web (ya sea plantilla o prediseñada), fíjate en la estructura, en las páginas que tiene, en si estas se adaptan o no a las necesidades de tu negocio. Esto es lo más importante. Ya te encargarás después de adaptar el estilo a tu marca con un buen branding y fotografías que hagan de ella un espacio bonito y profesional.
Elige una web prediseñada
Después de haber probado miles de plugins, temas, constructores visuales y plantillas en mis años como diseñadora web, esta es mi recomendación. Una web prediseñada es fácil de modificar, si viene con tutoriales y soporte por mail y estás familiarizada con el uso de un ordenador no te costará más que crear una presentación en power point. Obviamente, hay una curva de aprendizaje, pero una vez le coges el truco, se acabó la cuesta arriba. Es, en mi opinión, la mejor opción si estás pensando en crear tu negocio o lanzarte al mundo online.
Me encantará saber tu experiencia con este tema y que me cuentes, en tu opinión cuál es la mejor opción, ¿una plantilla web o una web prediseñada? Y por supuesto, aquí estoy para resolver tus dudas si aún te queda alguna.
No te olvides de que si quieres comenzar a crear tu web de manera intuitiva, fácil y estratégica, tienes disponibles todas nuestras webs prediseñadas aquí.
